jueves, 13 de agosto de 2009

Mujer


Había sucumbido a la tentación de convertir a esta preciosa mujer real en un personaje inventado. Algo que ya puestos a reconocer casi todo, había intentado con otras mujeres, a las que coleccionaba como un asesino meticuloso en un lugar obscuro de su corazón. Un altarcito que de cuando en cuando iluminaba con velas y arrullaba con suspiros de amor.

Ray Loriga. Ya sólo habla de amor.

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